sábado, 14 de noviembre de 2009

Las escuelas menores




“Te tengo por Desgraciado porque nunca lo fuiste *De Prov., IV. 1”[1]

Atribuido por Cicerón a Catón, quien solía decir que “nunca hacía más que cuando nada hacía, y nunca se hallaba menos solo que cuando estaba solo”[2]





- ¡Mira! ¡Un dólar! 
- !Guao! ¡Soy rico más allá de mis sueños! ¡Puedo tener cualquier cosa que quiera! ¡Todas mis plegarias han sido respondidas! 
- Quizá haya más.
[1] GARCÍA BORRON, Juan Carlos, Cit en Historia de la ética: de los griegos al renacimiento, Recopilación de Victoria Camps, Editorial Crítica, Barcelona, España, 2002, p. 239.
[2] ARENDT, Hannah, La vida del espíritu, Editorial Paidós, Barcelona, España, 2002, p. 34.

No hay comentarios:

Publicar un comentario