lunes, 12 de octubre de 2009

El principio etimológico

José Luis Aranguren


Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, España, 1997, p. 22 y ss.

 

La palabra ética (ήθιχή έπιδτήη, τα θιχά) procede del vocablo ήθος que posee dos sentidos fundamentales. Según el primero y más antiguo, significaba “residencia”, “morada”, “lugar donde se habita”. Se usaba, primeramente, sobre todo en poesía, con referencia a los animales, para aludir a los lugares donde se crían y encuentran, a los de sus pastos y guaridas. Después, se aplicó a los pueblos y a los hombres en el sentido de su país. Esta acepción de la palabra ήθος se ha visto filosóficamente prestigiada en nuestro tiempo porque Heidegger ha apoyado en ella su concepción de la ética, expuesta en las Cartas sobre el humanismo. Heidegger hace notar en este texto, estudiado más adelante, que la Ética (que para él es lo mismo que Ontología), es el pensar que afirma la morada del hombre en el ser, la verdad del ser como elementos originario del hombre. Helene Weiss, discípula de Heidegger, ha partido también de este primer sentido de la palabra ήθος para interpretar en su bello libro la ética aristotélica desde categorías heideggerianas. Según ella, esta significación fundamental nos abre la intelección del concepto de ήθος vigente en la época aristotélica, que en seguida estudiaremos. Pero ahora ya no se trataría del lugar exterior o país en que se vive, sino del “lugar” que el hombre porta en sí mismo, de su actitud interior, de su referencia a sí mismo y al mundo (héxis, habitado de los escolásticos). El ­­­­êthos es el suelo firme, el fundamento de la praxis, la raíz de la que brotan todos los actos humanos.


La interpretación del êthos como el desde el hombre es, según veremos enseguida, parcial, pero no arbitraria. Hay rastros de ella en Aristóteles, y Zenón el estoico sostuvo, según testimonio de Estobeo, que el êthos es la fuente de la vida, de la que manan los actos singulares. (…)


Sin embargo, es la acepción más usual del vocablo êthos la que, según toda la tradición filosófica a partir de Aristóteles, atañe directamente a la Ética. Según ella, significa “modo de ser” o “carácter”. Xavier Zubiri ha precisado esta significación con las siguientes palabras: “El vocablo êthos tiene un sentido infinitamente más amplio que el que damos hoy a la palabra “Ética”. Lo ético comprende, ante todo, las disposiciones del hombre en la vida, su carácter, sus costumbres, y, naturalmente, también lo moral. En realidad se podría traducir por “modo o forma de vida” en el sentido hondo de la palabra, a diferencia de la simple “manera”.


Retengamos esta palabra, “carácter”. “Carácter”, pero no en el sentido biológico de “temperamento” dado con las estructuras psicológicas, sino en el de modo de ser o forma de vida que se va adquiriendo, apropiando, incorporando a lo largo de la existencia. (…) la etimología nos guía: êthos deriva de éthos, lo cual quiere decir que el carácter se logra mediante el hábito, que el êthos no es, como el páthos, dado por naturaleza, sino adquirido por hábito (virtud o vicio). Pero no por eso tiene menos realidad, y de ahí la enérgica y usual expresión “segunda naturaleza” .

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